El Botillo es el alimento tradicional más representativo de la gastronomía berciana. Actualmente lo fabrican más de una decena de empresas, incluidas en la I.G.P., y unánimemente reconocidas por su trayectoria y saber hacer en el mundo de los embutidos.
A partir de septiembre de 2000, estas empresas vienen obligadas a etiquetar con el marchamo del Consejo Regulador todos sus botillos, que llegarán al consumidor numerados y con todas las garantías de calidad.
Solo el marchamo garantiza que el Botillo ha pasado los estrictos controles de calidad que acreditan al auténtico.
El control de calidad en los Botillos con I.G.P. se realiza sobre:
Materias Primas: el marchamo es la mejor garantía de que en la elaboración del Botillo del Bierzo se utilizan únicamente costilla y rabo de cerdo, procedentes de carnes cuidadosamente seleccionadas de la mejor calidad, e ingredientes totalmente naturales.
Elaboración: mediante el marchamo, el Consejo certifica que durante el proceso de elaboración -picado, amasado, embutido, ahumado y secado-, se han respetado escrupulosamente el Reglamento y el Manual de la Calidad de la I.G.P.